Sinceramente, no conocía de nada
a estos ingleses, pero los vi catalogados como Psychedelic Black Metal y, obviamente, no me pude resistir. Tras
varias escuchas me tienen ganado.
Este septeto, cuya temática y
estética nos remite a la Inglaterra victoriana de siglos pasados, es uno de
esos grupos imposibles de clasificar con facilidad ya que sería necesario el
uso de multitud de adjetivos, etiquetas o clichés. Ante semejante situación,
siempre encaja el término progresivo, ¿verdad? Bien, además de elementos y
estructuras progresivas, encontramos momentos avantgarde, psicodélicos, ambient
y folk, al mismo tiempo que podemos afirmar que el oyente no tiene la sensación
constante de estar escuchando black metal. La alternancia de estilos es
constante en la construcción de unos temas que, además de compleja, nos conduce
a un laberinto de sonidos y pasajes en el que exploramos multitud de atmósferas
y emociones. A todo ello también contribuye un repertorio vocal amplio
(rasgadas típicas del género, limpias, rollo avantgarde, femeninas, discursos…) y una instrumentación de lo más
variada, que incluye teclados, violines, sintetizadores, flautas…
El cuarto álbum de estos
británicos se inicia con un auténtico temazo, titulado Drawing Down to Rain. Las atmósferas de teclado con acompañamiento
de batería y bajo crean un misterioso inicio al que rápidamente se suman las
guitarras con un riff de metal progresivo implacable. Quien, como un servidor, se desvirgara con A Forest of Stars con este corte, en
este primer minuto, debería pensar que la etiquetación estilística anotada
previamente no era sino un error, pero aquí el único error es anticipar qué
será lo siguiente en invadir nuestros oídos. Antes de poder buscar referencias
ante semejante entrada, se une a la fiesta un violín para crear un avant-prog-folk-metal que apenas dura
unos segundos, ya que la primera explosión blackmetalera
no se hace esperar. Poco después, un discurso corta la avalancha sónica y abre
paso a un nuevo e inesperado camino sonoro… y solo llevamos poco más de tres de
los nueve minutos y medio del corte. Esto es lo que nos espera y no puede
pintar mejor.
Podría diseccionar cada una de las
canciones de este tremendo lanzamiento, pero espero que baste con esta humilde
reseña para alimentar el hambre de descubrirlo por uno mismo. En mi caso, la
primera de ellas no me permitió despegar los auriculares de mi cabeza y la
escucha completa del disco lo ha convertido en uno de mis favoritos de este
inicio de año.
Beware of The Sword You Cannot See es uno de esos álbumes que no
deberían pasar desapercibidos en la escena metalera de 2015. Tiene todos los
ingredientes necesarios: excelente calidad compositiva, gran nivel técnico,
altas dosis de creatividad y, por encima de todo, una energía especial que te
polariza inexorablemente hacia su música. Hay feeling, hay enganche. Pero eso no es todo, porque algo me dice que
no es una atracción exclusiva para los amantes del black; estoy convencido de que estamos ante un álbum “aglutinador”,
de aquellos que puede hacer las delicias de un amplio abanico de oyentes. Si
eres amplio de miras y estás dispuesto a emprender un viaje mágico e
impredecible, emotivo y oscuro, evocador y contundente y psicodélico, solo tienes
que dejarte entrar en el universo de A
Forest of Stars. Todavía no te imaginas qué se siente al contemplar las
estrellas desde lo más hondo de su nebuloso y fantasmagórico bosque.
Puntuación: 8/10
Sello: Prophecy


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